No todas las personas tienen el mismo concepto de viajar, pues cuando piensas en esta palabra se te viene a la mente playas paradisíacas, o monumentos históricos conocidos, países y culturas. Este puente de Diciembre hemos ido a Zamora, a un par de horas de Madrid y aunque sean unos pocos kilómetros solamente, con salir de lo conocido y ver este tipo de lugares de España ya la mente se te abre y entras en otras tradiciones, otra gente, otra gastronomía y puedes viajar también de la mano de las visitas guiadas por años y años de historia.
Pura magia junto al río Duero con una cultura de arte románico increíble y muchos cambios a traves de los siglos
Por mi defecto profesional, entre la cantidad de cosas que aprendimos y vivimos voy a destacar tres detalles curiosos que me llamaron la atención con respecto al marketing.
1- Un paseo de cristal
En Zamora existe una costumbre que nos comentó la guía, y es que después de comer salen a pasear por la calle principal desde un extremo hasta el otro. En el camino te encuentras con conocidos y paras a hablar, o entras en algún lado a tomarte un café o una cerveza. Me sorprendió desde el primer día que había una gran cantidad de gente por las plazas y el centro. Pensaba que sería cosa del puente, pero me comentaron que esto es siempre así de esta manera.
Al hacer la visita guiada por las calles, paramos en frente de un edificio y la curiosidad fue, que gracias a que esta calle era la entrada a Zamora centro y por esta calle pasaba tanta gente fue el primer negocio que puso cristal en toda la fachada para que las personas pudieran ver todo el interior, para que pudieran ver los productos y el ambiente que había en la tienda.
Este detalle hoy nos parece lo mas normal, y que pasemos por donde pasemos vemos cristales con vinilos y escaparates perfectamente cuidados. Es genial recordar que no siempre fue así y que hay cambios en las técnicas de marketing desde hace muchos años atrás.
2 – Producto local
En la mañana del domingo del último día, ya nos habíamos conocido todos los rincones del centro de Zamora. Habíamos entrado en comercios, iglesias, jardines, catedral, museos, etc.
Entonces estábamos en la cafetería tomando un desayuno y a nuestro lado se sentó el dueño de un local, y la conversación con la dueña de la cafetería fue de la cantidad de gente extra por turismo que había en Zamora en el puente. Comentaba que solamente en uno de estos 4 días de puente habían entrado en su tienda 800 personas. Pues tenía un contador y podía saber una media de las personas que entran cada día. Me dieron ganas de preguntarle cual era la media diaria para comparar pero me imagino que sería mucho menos.
Por esto me llamó la atención, casi todas las tiendas de comercios del centro tenían productos locales. Vinos de la región, embutidos, mieles, quesos, postres y un largo etcétera.
Seguimos nuestro paseo a Fermoselle y Toro para descubrir que en cada lugar se repetía este mismo efecto. Muchas personas de visita y mucho producto local. En Fermoselle incluso nos recomendaron en la oficina de turismo pasar a visitar una bodega típica de la zona, que visitamos junto con otras 4 personas y nos hicieron un recorrido con visita guiada y degustación. Era muy pequeñita pero también lo curioso es que tenía productos locales. Justo paseando antes descubrimos un paisaje lleno de bodegas en los bajos de las calles y olivos por todos los montes.
Era muy típico el aceite de esta zona y los vinos de producción muy pequeña difíciles de conseguir. También nos llevamos queso y lentejas de Zamora.
3 – Personas sin tecnología
Saco mi movil del bolsillo, abro la aplicación de airbnb y booking para buscar en menos de 15 minutos diferentes lugares donde pasar la noche disponibles con sus precios y características. Tengo cuenta de usuario configurada y verificada y vinculada a tarjetas, paypal y banco por lo que confirmar una reserva puede ser cuestión de 5 minutos.
¿A qué viene esto?
Cuando estábamos semanas antes mirando en internet donde nos ibamos a alojar, vimos muchísimos lugares a base de scroll en la web. Paseamos online por diferentes hoteles, hostales, apartamentos, casas de alquiler y leímos comentarios y ubicaciones en el mapa para elegir la mejor opción.
Y esto que es lo que actualmente hace la gran mayoría de personas, no siempre pasa así. Pues justo el día de mayor afluencia en el alojamiento, el sábado del puente por la noche, estábamos entrando en el hotel y en la recepción había una pareja esperando a la recepcionista. La cual estaba tramitando varias cosas y se le notaba agobiada, por lo que les dijo que en seguida les atendía, pero justo antes de seguir les interrumpió y comentaron que solo querían saber si tenían habitaciones libres. Imagina ahora la cara de la recepcionista al estar en pleno puente de diciembre en un alojamiento en el centro de la ciudad y que unas personas pregunten esto sin mirar en internet. Evidentemente que no, fue la respuesta, estamos totalmente llenos.
Esto me llamó mucho la atención, pues me imagino que hace unos años esto era lo más normal si no tenías internet, o el alojamiento no estaba dado de alta en ningún portal de reservas, cuando las personas no teníamos internet en un pequeño dispositivo que te entra en el bolsillo y con el que vas por todas partes del mundo.
Las ventajas que tenemos hoy en día son un privilegio y con estos gestos, en este hotel que estaba ambientado en varios siglos atrás, con toda la historia que visitamos ya estaba tan metido en ambiente que fue un golpe a la realidad.
Conclusión
Hay maneras muy tradicionales de medir y crear estadísticas. Que las mejoras para el marketing llevan aplicándose muchos años atrás y que somos unos privilegiados por poder disfrutar con tanta tecnología de viajes, cultura e historia por el mundo.
Tradición y Digital es una combinación muy potente que logra mejorar cualquier proyecto gracias a internet.
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