Nos llama mucho la atención pasear por cualquier lugar en cualquier sitio y leer estos carteles a la puerta de cualquier negocio que dice “Baño exclusivo para clientes”.
Hoy vamos a comentar todos los detalles sobre esa famosa frase y todos estos carteles que se cuelgan en los negocios. Empezamos analizando la frase, ¿quiénes son esos a los que llaman clientes?
Define bien quien es tu cliente
Supongamos que cerca del trabajo hay un VIP, al que sueles ir todas y repetimos TODAS las mañanas a desayunar. Has terminado por hacerte socia y tienes tu tarjeta de cliente, recibes códigos de descuento, comunicados de noticias, cartas en tu cumpleaños y te saludan por tu nombre al entrar.
[bctt tweet=»Un post para mearse de risa, siempre que seas cliente claro.» username=»weimarques»]Entonces un día, tienes otros planes y no vas a desayunar, sales del gimnasio por la tarde y tienes que conducir 20 minutos para llegar a casa y justo antes de llegar al coche pasas por delante del VIP, cuando de repente te entran unas ganas repentinas de ir al baño, ¿qué haces?
Si nos guiamos por la filosofía del cartel típico de bar no puedes entrar, porque ese día no has consumido, aunque desayunes ahí cada día de tu vida.
El gran truco que todos hacen para colarse
En muchas ocasiones entras en el bar, pides un vaso de agua que te va a costar 0,20 céntimos y a los dos sorbos te vas al baño. En tu conciencia se queda la tranquilidad de haber superado el cartel porque ahora sí eres cliente. Pero qué ironía, en el caso anterior también lo eras aunque no justo ese día, lo que se puede repetir en el caso de este bar.
¿Y si este bar es un restaurante al que vas muy a menudo para celebraciones familiares?
Volvamos a otro supuesto, este es un restaurante en otra ciudad al que sueles ir por lo menos 1 vez cada 3 o 4 meses con unas 10 personas a comer. También te conocen por tu nombre y eres seguidor en las redes sociales, estás en su base de datos y tienen tus datos de contacto para enviarte todo tipo de promociones puntuales que realizan.
Justo ese día no has ido a comer pero andas por esa ciudad paseando y tienes ganas de ir al baño, que casualidad verdad, puede pasar y entonces te queda la duda de si entrar o no.
¿Esto se hace también en el resto de Europa?
Aquellos lugares que quieren guardar un orden y compostura en el baño (como por ejemplo un Burger en una estación de tren) ya cuentan con que se pueda colar gente y usan un sistema de pago por uso. Da igual quién seas y lo qué consumas o cuándo consumas, que si quieres entrar a usar el baño tienes que poner una moneda de 50 céntimos en la cerradura de la puerta del baño para poder abrirla y entrar.
Pero en la otra gran mayoría de sitios este cartel no existe, a lo mejor porque a nadie se le ocurre entrar a cualquier sitio a usar el baño o porque tienen la amabilidad de considerar a todos clientes potenciales que si no vienen hoy, vienen mañana.
Conclusión
Si tienes puesto este cartel o si lo lees y tu forma de ser te impide entrar por no consumir ese día, piensa lo siguiente:
– Si tienes un negocio, al quitar este cartel y dejar usar el baño a cualquier persona que lo necesite, la estás invitando a entrar y conocer el interior, das un plus de cordialidad y amabilidad sin importar que consuma ese día o mañana mismo.
– Si necesitas ir al baño, no te pidas un vaso de agua y pregunta simplemente en dónde está, es muy poco probable que te pidan el ticket de haber consumido ese día o te regañen señalando al cartel de “solo clientes” porque en ese caso, mañana no volverás a este sitio a comprar porque ellos mismo te han dicho que no eres cliente.