En este mismo momento estamos en una cola con algunos productos que hemos seleccionado dentro del carro, entonces nos preguntamos ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
Cuando planificas la estrategia de tu negocio
Seguramente hace tiempo has realizado un estudio de mercado para abrir tu negocio, o simplemente es un comercio de toda la vida en el barrio y todo funciona perfectamente. Has tenido que reunirte con proveedores para traer sus productos, siempre y cuando no lo elabores en tus propias fábricas, igualmente tendrás que traer materia prima para transformar el producto. Contactas con informáticos para instalar sistemas de gestión. Estableces todo el sistema de precios para cada uno de los productos, los distribuyes en tu tienda, en las estanterías, en los lineales, presentando los productos a los clientes.
Trabajas toda la decoración y publicidad para atraer a tu negocio, para conseguir clientes y por fin lo consigues. Y aquí estamos, en la cola esperando para realizar el último paso de todos que se supone que es el más fácil: pagar.
Esto que escribimos está basado en nuestra experiencia. En Madrid conocemos una tienda de frutas exquisita. Es una tienda de toda la vida decorada con mucho buen gusto, un estilo campestre con todos los productos en sus cestas de mimbre, las conservas de calidad, legumbres y un toque natural que llama mucho la atención. Después de pasar varias veces por delante por fin nos decidimos a entrar y probar. Le comento los productos que vamos a llevar y nos emocionamos con cada uno de ellos al verlos, tienen muy buena pinta; papas, champiñones, plátanos, aguacates, kiwis y más productos que nos vamos a llevar para casa.
Sacamos la cartera y nos dice que son 12,20€ y damos la tarjeta, llega el momento crítico con la famosa frase «no tenemos disponible el pago con tarjeta».
Ahora tenemos dos opciones, o nos vamos a un cajero cercano o ya no podemos comprar por lo que pierdes esta venta. En el mejor de los casos, el cajero puede que esté a 20 minutos y puedas ir a sacar dinero y volver. En otros casos no tendrás cajero cerca y te vas sin comprar. Y lo que es peor aún, en este caso siendo un comercio que tenemos al lado, el hecho de no tener el pago con tarjeta disponible es razón de enorme peso para no acudir nunca a comprar y hacerlo en otro comercio que me permita pagar con tarjeta porque para nosotros es mucho más cómodo.
* Parecen lo mismo, pero hay una gran diferencia.
El pago mínimo con tarjeta es de…
Seguramente leyendo hasta aquí muchos pienses que esto es muy normal, claro, en un barrio o en un pueblo las personas están siempre acostumbradas a llevar un poco de dinero para ir a hacer la compra al mercado. Son reacias a utilizar ninguna otra forma de pago que sea por medios digitales como el móvil, la tarjeta, paypal o incluso el reloj o una pulsera para pagar.
Pero el caso es que en el centro de Madrid, en un supermercado muy conocido nos pasa exactamente lo mismo. Volvemos a la situación del comienzo, estamos con el carro de la compra en la cola y pasamos unos cuantos productos. Es la hora de pagar y nos dicen que son 5,40€, al darle la tarjeta nos comenta que no es posible porque «el pago mínimo con tarjeta es de 7€». La cara de asombro y el tono de voz tiene un motivo detrás, nos comentan que lo pone el cartel que tienen en la columna por lo que piensan que este tipo de carteles es legal y correcto asegurándose no cobrar con tarjeta a nadie por debajo de un mínimo. ¿Quién se ha inventado el cobro mínimo con tarjeta?
Nuestro malestar viene por el siguiente motivo, nos disponíamos a salir de excursión fuera de Madrid, por lo que, al no disponer de efectivo, decidimos comprar en el supermercado del barrio, pensamos: compramos aquí con tarjeta y ya llevamos todo listo por si en las tiendas del pueblo no tienen el pago con tarjeta. Pero ¿quién se iba a imaginar que nos encontraríamos con semejante locura de cobrar un mínimo con tarjeta en este comercio?
Me acaban de decir en el supermercado @DSupermercados que el pago minimo de tarjeta es de 7€. 😅😅😅 ¿Estamos en 2018 o que? joder es que esto es poner mil barreras siempre a una compra cómoda, señores/as que se trata de lo contrario… de facilitar la compra. 👍🏻 de nada.
— Lisandro Weimarques (@weimarques) 3 de marzo de 2018
En el año en el que estamos, 2018, ya existen gran cantidad de ventajas con los bancos como para que las comisiones no supongan ningún impedimento para tener disponible el pago con tarjeta. En Dinamarca hemos pagado una botella de agua por muy poco dinero, pagando con tarjeta. También en Madrid, en otros comercios hemos podido comprar mediante transferencia bancaria realizada en el mostrador con el móvil. Hemos comprado el pan por menos de 1€ y pagado con tarjeta sin tener que poner el pin, solo acercándola al datáfono.
Conclusión
Entonces, si tu competidor, que está a muy pocos metros, tiene muchas más facilidades para pagar ¿cómo esperas que un cliente al que obligas a pagar solamente en efectivo vuelva a tu comercio?. Están uno en frente de otro, con los mismos productos y los mismos precios, con la misma atención al cliente y la misma calidad. La única diferente es que en uno solamente puedes pagar con dinero en efectivo y en el otro puedes comprar en su web directamente online pagando por transferencia, por paypal, por tarjeta, por bitcoin o en el mismo local con tarjeta, con transferencia, con paypal o con bitcoin.
Cuando descubras que tus clientes acuden a la competencia por este detalle seguro que te planteas hacer algunos cambios. Mientras, este es el mejor truco para PERDER clientes.