Hace mucho tiempo tuve una extraña afición, me gustaba imprimir mis propios diseños en camisetas y sudaderas. Recuerdo que hacía un diseño en el ordenador y me iba hasta la Calle Tomás Morales a imprimir en una empresa de personalización textil.
Me llegó a interesar tanto este tema que buscando información descubrí que yo mismo podía comprar una camiseta básica en cualquier tienda, comprar papel transfer en una papelería y con ayuda de una impresora casera y una plancha tener todos mis logos y diseños en la ropa.
Un día cualquiera me puse mi camiseta muy orgulloso, una camiseta con mi logotipo impreso y me fuí a tomar unas cervezas con los amigos. Hablando de esto me preguntaron muy extrañados «¿por qué haces eso?» y me di cuenta que me lo preguntaban mientras alguno vestía una camiseta con el logo de Ralph Lauren. Entonces, mientras le señalaba el logo de su camiseta, mi respuesta fué; Cuánto había pagado por comprar ropa con el nombre y el logo de una persona o empresa y hacerle publicidad gratis.
La gran mayoría de las veces compro camisetas, polos y ropa básica sin ninguna marca conocida por ninguna parte
La idea es muy simple, tienes un producto que vendes y le pones el logotipo para que todos sepan que ese producto es tuyo. El problema es que hay algunas marcas que se compran por el mismo logo, no por el producto. Una camiseta puede ser la misma en tejido, calidad y diseño pero si tiene el logotipo de la marca tiene un precio diferente por el sentimiento que aporta a quien la compra y se la pone en referencia a los demás.
Pero alguna vez me he preguntado por los productos promocionales. Hay bolígrafos, mochilas, cuadernos, agendas, gorras, paraguas y un largo catálogo de muchísimos productos a los que ponerle tu logo, una frase o un diseño bonito al estilo Mr Wonderful y venderlos con tu marca.
El límite entre regalo promocional y venta de ese producto
Estábamos hace un tiempo en Lisboa alojados en pleno centro, pero como era un piso de Airbnb teníamos que salir a desayunar. Justo al lado había una cafetería que tenía buena pinta, así que entramos y ahí desayunamos todos los días. Pero lo que más me llamó la atención es que tenían un espacio para vender sus propias camisetas y sudaderas con el logotipo de la cafetería y unos diseños propios muy buenos. Me llamó la atención, en mi mente no me imaginaba a un cliente pagando 20€ por llevar la publicidad de este negocio. Pero el caso es que tenían su público, los clientes que se identifican con lo que hacen, café de calidad que venden y un estilo de comida slowfood.
https://www.instagram.com/p/B704PJwnvDx/
El paso a convertir tu producto promocional en un producto valorado
Un cliente tenía una tradición curiosa, cada Navidad mandaba encargar unas 200 camisetas con el logotipo de su empresa para regalar a los clientes. A lo largo de los años los clientes ya estaban esperando la camiseta nueva de este año con el color, diseño y logo nuevo. Entonces un día me dijo que quería cambiar la estrategia y regalar la camiseta solo a los clientes que compran online un importe superior a 60€, o que vienen al negocio y hacen una compra superior a 60€. Al resto de clientes no se la regalaba y así hizo que fuera más exclusivo. ¿El motivo? Pues el coste de mandar a imprimir las camisetas no era nada económico, más bien era una gran inversión de tiempo y dinero tanto para el diseño de la camiseta como de la impresión para lograr un producto de calidad.
Pasados unos años ya no regala estas camisetas, sino que las vende a los clientes y solamente las regala para las compras superiores a 60€. Ahora imagina que vas caminando por Gran Vía y ves a alguien con la publicidad de un negocio en su camiseta, que además ha pagado por llevar esta publicidad y la lleva con mucho orgullo. Es un logro enorme para la empresa que anuncia.
¿Pagarías por llevar publicidad en tu ropa?
En una charla sobre branding nos pusieron la foto de una camiseta blanca. Luego una foto de la misma camiseta blanca con un logo. El precio subía por tener el logo. Y por último una foto de la misma camiseta con un logo y un diseño y el precio subía muchísimo. Era una camiseta del Real Madrid.
El producto era el mismo, la misma camiseta siempre pero con la única diferencia en el logo.
Y todavía hay quienes se preguntan por qué me dedicaba a imprimir los diseños de mis propias camisetas y sudaderas. Puede que pensara que algún día podría vender estos diseños.