Tripulación de cabina, cerramos puertas, armamos rampas y cross check.
El avión se empieza a mover, miro a mi derecha y veo una persona con el móvil en la mano hablando por whatsapp. Miro a mi izquierda y veo otra persona mirando las últimas publicaciones de instagram. Delante otra persona está escribiendo un email y por detrás se escucha una conversación de alguien que apura unos últimos segundos antes de que la azafata se pueda pasar por los pasillos para comprobar que está todo perfecto.
¿Pero que les pasa? ¿No han escuchado que está todo ya preparado para despegar el avión y que deben apagar todos sus equipos o ponerles esa función que se ha inventado para poder usar el móvil en pleno vuelo sin tener que apagarlo?
Si, el modo avión.
El trayecto más habitual que solemos hacer es la ruta Madrid – Gran Canaria. Unas 2 horas o 2 horas y media. No puedo imaginar si esto es mucho tiempo o poco sin poder usar el móvil, pero si una persona no puede esperar a salir del avión una vez estamos ya en tierra para encenderlo, estoy convencido de que tiene un problema muy serio.
Me parece digno de estudio, como es posible que, a los pocos segundos de aterrizar ya empiezan a sonar móviles recibiendo whatsapps, llamadas, gente hablando y encendiendo los móviles con el normal enfado del personal de vuelo y el mio por supuesto.
¿Por qué no se atreven a prohibir el sonido de los móviles, o a impedirlo, con la misma contundencia que se prohíbe fumar?
Esto significaría echar del avión y de la sala de teatro al que le sonara el móvil y, de paso, ponerle una multa por usarlo.
Hace apenas unas semanas fuimos a ver “Silencio” al Teatro Español. Un recital interpretativo de Blanca Portillo en un monólogo muy personal.
Habíamos comprando muy buenas entradas desde hacía varios meses para ir en Enero, pero no pudimos ir por motivos personales, así que sacamos nuevas entradas para ir entre semana en unos asientos muy alejados, tanto que estábamos en la última fila en el último asiento del final de todo el teatro.
Nada mal en realidad, se podía disfrutar perfectamente, comento el lugar donde estábamos porque, tras varias ocasiones en las que sonaron móviles, tanto de notificaciones de mensajes, emails como de llamadas e incluso alarmas, pasó algo que me dejó toda la obra de muy mal humor.
Resulta, que un señor que tenía a mi derecha, disimulando con una tos se abrió una lata de cerveza que tenía entre las rodillas y que pretendía ponerse a beber.
Después de los tropiezos en la obra, con los sonidos de los móviles, que incluso en un momento donde el monólogo hablaba de la importancia del silencio tal, que dejaba uno segundos de pleno silencio para disfrutar, se puso a sonar un móvil varias veces estropeando totalmente ese momento. Comprenderás mi reacción al decirle a este señor que ni se le ocurriera ponerse a beber cerveza ahí a mi lado. Fué tal la indignación y la forma de decirlo que la guardó y no hubo más palabrass. Pero tuvimos toda la función una tensión muy incómoda. Ganas me daban de levantarme y de salir por la puerta, o de llamar al personal de seguridad para que sacaran a todas estas personas del evento, al que no están disfrutando ni dejan disfrutar.
¡Quedense en su p*** casa la próxima vez, hagan el favor!
(Venga ya lo he dicho, me he quedado a gusto)
1 de cada 3 personas mira el móvil más de 100 veces al día, lo que significa que miramos el móvil una media de 1 vez cada 10 minutos sin contar las horas de sueño. El 25% de los menores de 25 años lo mira una media de 150 veces al día (1 vez cada 7 minutos)
8 ene 2019
🍷 Una cena con amigos.
🍷 Una comida con la familia.
🍷 Una reunión de negocios.
🍷 Una entrevista de trabajo.
🍷 Durante la celebración de una boda.
🍷 En mitad de una visita guiada en un museo.
🍷 En clase.
🍷 En el cine en mitad de una película.
🍷 …
Creo que hay un enorme problema de adicción, desde edades tempranas, en las que parece que no pueden estar media hora o una hora sin mirar el móvil mientras disfrutar cenando y charlando en familia.
¿Cuál es la situación más rara que te has encontrado?
Verás, de todo lo nombrado anteriormente, es que parece imposible disfrutar de una película de cine por ejemplo sin tener que oir varios móviles sonando, o gente consultando y deslumbrando al resto con su pantalla.
Pero sin duda, lo más raro que hemos vivido es estar jugando un partido de pádel, ir a sacar el punto y que el rival pida pausa mientras mira en su muñeca el reloj swatch que le entra una llamada, y no se le ocurre otra cosa que apretar un botón en el mismo reloj y responder: “disculpa que estoy jugando un partido de pádel luego te llamo”.
Me quedé con la cara desencajada.
Era ya el colmo.
Estoy soñando o de verdad has parado el juego para responder una llamada desde el reloj mientras jugas un partido de pádel.
Cómo usar correctamente el teléfono móvil en una reunión de trabajo. ¡Guía breve!
Durante todos estos años de trabajo, he experimentado miles de situaciones diferentes muy incómodas en relación al teléfono móvil.
Intentar explicar al resto de personas algo muy importante, en lo que llevamos trabajando sin parar varias semanas y que suene el móvil dejando todo en pausa unos segundos.
– Disculpa, es importante tengo que responder…
Hemos vivido esta situación, y de repente escuchar la conversación en la que esa persona, que atiende esa llamada importante, se pone a discutir con el carpintero o con el fontanero que ha terminado un trabajo en su casa…
Personas que miran continuamente el móvil mientras están hablando contigo. O que incluso responden un email o un whatsapp dejándote como algo secundario en la sala.
Solamente con poner el teléfono sobre la mesa, tenerlo con sonido o vibración en vez de apagarlo o centrar la atención en esa vía de escape en los minutos o las horas que dure la charla.
Por qué tenías tantas ganas de tener una reunión, moviendo cielo y tierra en la agenda, desplazándome hasta tus oficinas e interrumpiendo las tareas del equipo si luego, cuando necesitamos una alta concentración en ese brevísimo espacio de tiempo, te veo frente a mí, con el móvil en la mano titubeando lo que hablas mientras lo miras para confirmar que, “es importante, tengo que responder”.
La guía breve para poder solucionar esto es fácil.
Se trata de asistir a una reunión solamente con una libreta y un bolígrafo.
Aunque sea una reunión informal en una cafetería o para tomar una cerveza. Lo único que me demuestras al prestar tu atención al móvil es que mi tiempo no vale nada, que mi atención es secundaria y que “me interesa muy poco toda esta milonga que me estás contando” así que mejor miro las historias de instagram.
Desde el mes de julio de 2014, RENFE ofrece la opción de viajar en AVE con la opción de ‘coche silencioso’, ‘coche en silencio‘ o también denominado ‘vagón silencio‘, es decir, un vagón completo del tren en el que no se puede hablar por el móvil ni está permitido mantener conversaciones entre pasajeros
Fijate en el extremo al que hemos tenído que llegar para poder disfrutar de unos minutos de silencio.
Una de las cosas que nos llamó muchísimo la atención en nuestro viaje a Nueva York, es que muchas personas que andaban por la calle lo hacían hablando por teléfono. Con auriculares en el 95% de las veces.
Estabamos paseando, observando y disfrutando de la ciudad. De sus calles, edificios, paisajes… y continuamente a nuestro lado alguien nos adelantaba mientras hablaba por teléfono, o se ponía a nuestro lado para cruzar una calle y estaba hablando por teléfono.
Era eso, o que la gente graba podcast mientras pasea con los auriculares puestos.
¿Con quién hablan todas estas personas? ¿Tanto tienen que decir como para tener que estar continuamente con una llamada de teléfono mientras caminan por la ciudad?
Es llamativo y muy incómodo tener que escuchar una conversación ajena. Nos ha pasado también estar paseando por Madrid o de viaje y tener que soportar la conversación de alguien que se encuentra próximo a nosotros y no para de hablar de sus cosas por teléfono.
Como echamos de menos las cabinas telefónicas, esas que guardaban tu intimidad y dejaban al resto de personas al margen de tus problemas, peleas, discusiones, amores o desamores.
En el centro de trabajo que estamos ahora, existe una filosofía de trabajo que me parece excelente. Carteles de silencio en los espacios comunes, y pequeños lugares donde poder atender una breve reunión online o una llamada de teléfono. Se llaman Cabinas Insonorizadas – Phone Booth, y creo que deberían ser obligatorias en todos los lugares públicos. (Hospitales, Colegios, Oficinas, Aeropuerto…) para poder hablar tranquilamente con un proveedor, cliente o con cualquier llamada que suponga interrumpir la paz del resto de compañeros. ¡Me parece una maravilla!
Conclusión
Si tienes esa necesidad tan imperiosa de mirar el móvil continuamente, o no poder ponerlo en silencio durante una reunión, una obra de teatro o una película de cine, deberías trabajar para darle una solución.
De verdad.
Las demás personas no tenemos por qué estar sufriendo tu adicción, tu falta de consideración y de respeto.
De forma totalmente seria, no es algo para tomarselo con humor.
Tienes un problema.