La Actitud es lo que marca la diferencia

slow life
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Es esa sensación que rodea el ambiente, ese desanimo colectivo que parece que se contagia. La falta de actitud en el trabajo que realizas. El otro día, estaba oyendo a Robin Sharma hablar de los detalles, de convertir tu trabajo en arte. Continuamente vemos como hay empresas que se dedican a realizar un trabajo mediocre, parece que es tanto el esfuerzo de liderar un buen equipo y crear una bonita filosofía de empresa que cuando no lo consigues, luego ves los resultados y viene esa sensación de tristeza. ¿Por qué vas a invertir en mejorar?, si ves tu casa bien, ¿por qué plantarse mejorar?. Siempre hay que mejorar, hay que invertir en la excelencia cada día al despertarse y dedicar tus esfuerzos cada minuto a un fin. El de un diseñador puede ser mejorar la calidad visual y la usabilidad de los proyectos de otras empresas, mejorar sus servicios para que los clientes tengan mayor satisfacción, ayudarles a conseguir funcionar de mejor manera gracias a técnicas de marketing que engloban desde el rótulo que ven los clientes al entrar como el uniforme de trabajo o la manera de atender al cliente.

Actualizado 20 Febrero

Se me hace necesario rescatar y difundir este mensaje, porque todos los días me encuentro con personas, empresas y profesionales que tras colgar el teléfono o tras recibir su email con la información que necesito me tansmiten cero ganas de trabajar con ellos/ellas. Recibo un email con tres líneas donde me dicen «aquí tienes las tarifas cualquier duda me llamas», o me envian otro que parece automático cambiando solamente mi nombre y dos o tres datos más para dar la información que necesito como cliente.

Es una lucha constante, intento hablar y comunicarme de buenrollo con todo mi entorno rompiendo un poco el hielo en las relaciones profesionales carentes muchas veces de sonrisas y cargadas de presión, pero choco contra una pared. Trataba el otro día hacer una reserva en un nuevo hotel rural de Gran Canaria y resulta que me daba continuamente error, todos me habian recomendado el sitio para pasar unos días y escribí directamente para saber porque no me dejaba hacer la reserva. La respuesta fue algo así como, «si no le permite hacer la reserva para ese fin de semana es porque está todo completo, gracias». Te quedas con una sensación de tristeza que ya no te dan ganas de volver a intentarlo otro fin de semana sinceramente.

Sal de esa burbuja, diviertete y crea otro tono de voz para atender al cliente, se que somos un auténtico coñazo y que te gustaría ganar millones de euros sin trabajar pero si hay clientes es que el negocio va bien, y a todos los clientes hay que saberlos tratar y dar respuesta porque somos muy sensibles y la competencia hoy en día es brutal. Como dice Victor muchas veces en la actitud está la diferencia. ¡Piénsalo!

[bctt tweet=»Nunca es tarde para cambiar de actitud.»]

Hay algunas maneras de motivarse en la vida, lo que no es normal es ir como pollos sin cabeza avanzando y chupandose colas de atasco en el coche para llegar cansados al trabajo y después de la jornada de trabajo llegar cansados a casa porque has tenido que hacer miles de cosas mientras durante el día y ya solamente te queda darte una ducha y esperar con pocas ganas a que llegue el nuevo día de mañana para seguir con esa sensación.

Deberías llegar todos los días a casa y pensar en lo afortunados que somos, por todo lo que nos rodea. Pararse a veces y pensar en el rumbo que tenemos, aunque tan solo sea unos minutos de tranquilidad en el desayuno. Una de las maneras de afrontar la vida, siempre he sido fan de la actitud en la forma de vivir, que en la mayoría de los casos los problemas que les ponen las personas a situaciones, viendolas desde otro punto de vista, son tonterías. Que el compañero de trabajo te ha pedido una tarea, y piensas «joer no tengo bastante con lo que tengo»… y siempre suelen ser problemas de risa analizados desde fuera. Se me recuerda a esa tira cómica que se llama «problemas del primer mundo». Disfruta de las cosas simples de la vida con ilusión.

Hay tantas cosas que dan felicidad y que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta. Vamos a parar la bici, empezar a valorar esos momentos y disfrutar de otra manera sin ir como pollos sin cabeza.