Matrix plantea el debate entre el idealismo y el materialismo mediante el análisis de una realidad dependiente del pensamiento

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Verás, cuando era muy pequeño, pero muy pequeño, recuerdo un día en concreto que pude probar la leche directamente de la vaca.

¿Lo has probado alguna vez?

En la casa de campo de mi abuela, en el alpende, habían unas vacas.

Y quienes las cuidaban estaban justo en ese momento ordeñando las vacas para sacar la leche, nosotros estábamos por ahí y pude ver y vivir todo ese momento.

Incluso probar la leche caliente directamente de la vaca.

Imagina mi cara al probar esto.

Yo considero que esto es fundamental conocerlo en la vida.

Esta semana he cocinado un pescado al horno. 

Una Dorada con papas, ajos y cebolla.

Con su orégano y un poquito de aceite.

Considero que es fundamental conocer cada detalle de estos ingredientes.

Es decir, si un día vas por el campo de senderismo y ves tomillo, orégano o romero silestre, saber diferenciarlo, saber cogerlo y tratarlo para poder usar luego en la cocina. 

Conocer el origen del aceite, la forma de plantar las cebolla y los ajos y de donde vienen las papas y el pescado.

Quizás piensas que es demasiado.

Claro, estamos acostumbrados a sentarnos a la mesa, pedir un plato de pescado y pagar al final del servicio después de un café y postre.

A mi me encanta ir al mercado, a diferentes mercados, conocer dónde compro cada producto para luego, un día de la semana, preparar esa Dorada al Horno y ser consciente de cada detalle.

Volviendo al principio, hablando de la leche, hay un texto que hace un tiempo compartí y que gustó muchísimo.

Un campesino acostumbraba a decirles a sus hijos cuando eran niños:

—Cuando tengan 12 años les contaré el secreto de la vida.

Cuando el más grande cumplió los 12 años, le preguntó ansiosamente a su padre cuál era el secreto de la vida.

El padre le respondió que se lo iba a decir, pero que no debía decirle a sus hermanos.

—El secreto de la vida es este: La vaca no da leche.

—¿Qué dices?, preguntó incrédulo el muchacho.

—Tal cual lo escuchas, hijo: La vaca no da leche, hay que ordeñarla. Tienes que levantarte a las 4 de la mañana, ir al campo, caminar por el corral lleno de excremento, atar la cola y las patas de la vaca, sentarte en el banquito, colocar el balde y hacer los movimientos adecuados.

Ese es el secreto de la vida. La vaca, la cabra, no dan leche.

Las ordeñas… o no tienes leche.

Hay una generación que piensa que las vacas DAN leche.

Que las cosas son automáticas: deseo, pido, obtengo.

“Hay quienes piensan que las vacas dan la leche. Que las cosas son automáticas. No. La vida no es cuestión de desear, pedir y obtener. Las cosas que uno recibe son el esfuerzo de lo que uno hace.

La felicidad es el resultado del esfuerzo.

La ausencia de esfuerzo genera frustración.

Así que, recuerden compartir con sus hijos, desde pequeños, este secreto de la vida. Para que no crean que el gobierno, o sus padres, o sus lindas caritas van a conseguirles leche cual vaca lechera. NO.

Las vacas no dan leche. Hay que trabajar por ella.

Es decir, que muchas veces despertamos por la mañana, nos acostamos por la noche, y no nos paramos ni un segundo a analizar el ¿por qué? todo funciona perfectamente cada día.

¿Por qué sale agua del grifo para lavarme la cara?

¿Cómo han fabricado mi camiseta 100% algodón?

¿Dónde han plantado mi café de tipo arábico ya molido con tueste natural que me voy a preparar en cafetera italiana?

¿Quién y cuándo inventó la cafetera italiana?

Coges la taza, le pones leche, y ahí es donde te comento que la leche no viene de las vacas.

Más del 80% del trabajo en Marketing es trabajo invisible

Muchas empresas y muchos proyectos tienen una web, pero realmente no conocen cómo funciona.

No saben ni en qué código de programación está creada, ni qué tipo de servidor o versión de software, ni qué características tiene.

Llega un email, es un pedido nuevo, lo revisan y lo preparan.

Pero no conocen los protocolos para qué funcione correctamente ese email, ese envío de información y quienes son los responsables por ejemplo de stripe o paypal, herramientas con las que han pagado los clientes que han comprado en su web. 

¿Es importante conocer tanto en detalle?

La palabra en inglés matrix se traduce al español como “matriz”. Como adjetivo, matrix se traduce como “matricial”, “de matriz”. La palabra en latín mātrīx (proviene del latín māter, “madre”), corresponde a las palabras en español útero, matriz; fuente, origen; lista, registro.

La fuente de las cosas, el origen. 

Me gusta trabajar en esta mesa de madera, sabiendo que la madera es de un bosque de Segovia, un bosque que ha comprado esta empresa hace años, quienes luego han fabricado la mesa en un antiguo aserradero artesanal que han rescatado y reconstruido.

Me gusta incluso hacer una visita a esa zona, conocer la procedencia, conocer a las personas que trabajan en este proyecto y todo el entorno.

Cuando estudias para cocina, lo podrás comprobar en los programas de la tele, como los concursantes que están en una prueba de exterior donde deben conocer todas las partes de una vaca, de un cerdo o saber cortar y arreglar un pescado, y no saben.

Si te dedicas a un oficio, si por ejemplo tienes un restaurante, debes conocer en profundidad cada detalle.

Si tienes un restaurante que sirve comida italiana, conocer el origen de cada uno de los tipos de pasta, su elaboración y diferencias.

Luego, es posible que nos encontremos personas que se definen como profesionales en decoración de interior.

Y la realidad es que se han leído el libro de Marie Kondo, han comprado algunas cosas en el Ikea, de las cuales han lijado una mesa, han pintado una silla y poco más, y te dicen que son profesionales de la decoración.

¿Cómo me puedes decir que eres profesional de la decoración comprando los muebles en el Ikea?

Pues por este mismo motivo, en la tendencia de facilitar los trabajos, tenemos la democratización en muchas tareas, que no estoy en contra de esta democratización, siempre y cuando sepamos las bases del trabajo que estamos realizando. 

Tu sabes sumar, sabes que 2 + 2 = 4

Entonces pones en el Excel 2, en otra celda pones 2 y luego aplicas la fórmula para sumar. 

El resultado es 4 y tu conoces el origen, el motivo, la razón de que al trabajar en esta fórmula está dando el resultado que quieres.

Esto que, a simple vista es muy fácil de comprender, en la democratización de los trabajos con las nuevas herramientas lo perdemos.

Salen herramientas como Canva, con la que miles de personas juegan a ser profesionales diseñando cosas que no tienen ningún fundamento del diseño gráfico.

Por lo mismo que, saber contratar un servidor que te ofrece la autoinstalación de software gratis como wordpress, sin saber nada de lo que hace, sin saber qué tipo de base de datos está creando, ni saber cómo está organizando los archivos en el servidor, cómo se está comportando este funcionamiento a nivel técnico.

Está genial que tengan esta opción, pero no deberías ofrecer servicios profesionales en este caso.

El problema viene, en que el cliente no sabe que está comiendo croquetas congeladas.

Pues, estos “profesionales” le dan a un botón, instalan el software, ponen una plantilla cualquiera y le dan a otro botón de “instalar demo” y luego empiezan a intentar que las cosas les cuadren.

Y esto no se hace así, o por lo menos no si lo que quieres es un buen servicio profesional.

Volviendo al tema del restaurante, es como si fueras a un restaurante profesional que te cobra 80 euros por un menú degustación y resulta que las croquetas son precocinadas compradas en el supermercado congeladas y luego fritas en la cocina.

Tu no lo sabes, ni te enteras seguramente.

El caso es que no las saben elaborar, simplemente las compran ya hechas y las calientan.

Internet es una ventana a todo el Marketing Invisible

Nadie se mete en la cocina de un restaurante con la cámara a grabar como elaboran el plato que te vas a comer luego.

O por lo menos, antes esto era impensable.

Recuerdo hace unos años, ir con la cámara a grabar esto mismo para el marketing en un proyecto.

Entrar en la cocina, cámara en mano, para grabar todo el proceso de creación y elaboración en la cocina. 

Sacar video, fotos, y mucho material para compartir.

Para que los clientes puedan ver la cocina, la plancha, las herramientas, la receta, incluso cómo se guardan los productos y dónde compran a los proveedores.

Un nivel de transparencia que no todos se atreven.

Para poder hacer tangible todo ese trabajo en Marketing que no se suele ver.

Son pequeños detalles, como el mantel en el restaurante.

Tu llegas y te sientas, pero no sabes ni de dónde viene la tela, ni dónde se ha fabricado ese mantel.

Solamente alguien que se dedica a ello te podría decir eso.

Te llega la carta, y un buen diseñador la analiza, o incluso si tienen código QR y entras a verlo online, un profesional del Marketing la está viendo mientras en la experiencia está pensando en el tipo de web que han usado, la tipografía, si tienen fotos en el menú, cómo han organizado la carta, los diferentes precios, la parte de bebidas, los colores, etc.

Si nos ponemos a analizar, todo es importante, no solamente la comida, sino los platos y cubiertos para la experiencia.

Un trabajo en segundos, en un momento Matrix 

La luz, la decoración, la música, el mobiliario, el uniforme del personal, la distribución de las personas, los pasos de personas, el acceso al baño…

Todos los detalles son importantes de conocer en cualquier proyecto.

Pues solamente teniendo este punto, de analizar el origen y el por qué de las cosas, conseguiremos mejores resultados.

También hay quienes compran pan en el bazar debajo de casa

El otro día volvimos a pedir café online.

El pedido no llegó a casa y desde la empresa de transportes comentaron que podían dejarlo en una tienda en el barrio donde luego pasar a recogerlo.

Genial, pues he pasado por delante de esta tienda y tenía ganas de entrar.

Esa mañana llegué y me puse a mirar todo lo que tenían, el dueño me preguntó si me podía ayudar en algo. 

Le dije, he pasado por delante el otro día y tenía muchas ganas de entrar a ver que ofrecen.

Entonces me empezó a hablar de los huevos que tienen, del pueblo de Segovia de donde vienen, del certificado de calidad que tienen, de la miel, su origen, de las palmeras de chocolate que tienen para vender, y las empanadas gallegas que también tienen para vender, que no elaboran, sino que las encargan en otro sitio y las ofrecen aquí.

Y llegamos al espacio de los panes.

Me empezó a hablar de los diferentes tipos de pan, y yo los conocía todos, incluso le comenté el sitio donde suelo ir a comprar el pan.

Ese pan compitió por este que tengo yo en La Miga de Oro.

Luego le comenté donde compraba hace años, en una empresa que traía pan de Ávila cada día, y ya al poco rato de hablar del tema me comentó:

Tu entiendes del tema, se nota que estás bien informado.

Mi respuesta: me gusta mucho saber lo que compro, y comprar cosas buenas.

Me llevé varias cosas de la tienda, incluido el pan, que no me terminó de gustar más que la panadería donde suelo ir. 

Pero claro, si te pones a pensar, quienes no conocen de esto les da igual comprar el pan industrial recalentado a horno en el bazar de la esquina. 

Para concluir

No es necesario que aprendas los secretos sobre una bodega de vino, para disfrutar de un buen vino.

Pero si trabajas en un bar o restaurante que tiene carta de vinos, deberías tener conocimientos sobre vino.

No es necesario que conozcas todo el proceso de creación de un mueble, para poder comprarlo y disfrutarlo.

Pero si tienes una tienda de muebles, deberías conocer los diferentes tipos de madera, su tratamiento así como una idea en decoración.

Muchas personas se pueden colocar el cargo de Pintor, si llevas años pintando de forma profesional. Pero si no conoces las herramientas, ni tipos de pintura, ni conoces sobre la mezcla de colores o asesoramiento para elegir las mejores opciones para pintar.

Simplemente eres una persona que tiene un rodillo en la mano, una brocha y una lata de pintura.

No por vender pan eres panadero.

Solamente conociendo los detalles, podemos aplicar este trabajo de marketing invisible que no se aprecia, pero del que los clientes en su experiencia luego comprueban.

Tu no conoces el tipo de formulario que tiene tu web, ni la resolución de las imágenes, ni lo que hay detrás técnicamente.

Pero cuando entras en un sitio bien hecho, que funciona, en el que han trabajado profesionales, se nota.